Durante 2018 fue el tercer servicio de Hematología que más injertos hematopoyéticos realizó en España.

El servicio de Hematología de Salamanca vuelve a estar, un año más, en el podio de los hospitales españoles que más trasplantes hematopoyéticos realizan.

Si el pasado año fueron los líderes indiscutibles con 150 trasplantes (su récord histórico, superando los 145 trasplantes registrados en 2016) seguidos por el Regional de Málaga (136), en esta ocasión se han cambiado las tornas: el Hospital Regional de Málaga fue líder nacional con 146 trasplantes de médula ósea en 2018, seguido del Virgen del Rocío, con 133, el Clínico de Salamanca, con 132 y la Fe de Valencia, con 132.

Dentro de los trasplantes de médula están los autólogos (se utilizan la célula del propio paciente tras un avanzado proceso) y los alogénicos, que son más complicados porque se necesita células madre de un donante sano compatible. En esa modalidad terapéutica Salamanca es un ejemplo dentro de la Hematología nacional, y en 2017 practicaron un total de 77 intervenciones.

De hecho, el pasado mes de octubre se alcanzó la redonda y espectacular cifra de 1.000 trasplantes de médula en Salamanca. Una cifra labrada durante 23 años, desde que se realizó la primera intervención de este tipo (con un donante compatible en 1995).

Estos números le valieron a los hematólogos salmantinos para ser considerado como el segundo mejor servicio de esta especialidad en España, según la clasificación elaborada por el Monitor de Reputación Sanitaria (MRS) sobre los 100 mejores hospitales públicos de España. Salamanca ascendió un puesto respecto al mismo informe del año anterior cuando estaba situado en tercer lugar tras el Clínic de Barcelona y el Politècnic La Fe de Valencia.

En esta ocasión, el equipo que lidera Marcos González sobrepasó al hospital valenciano y se encuentra actualmente por encima de otros centros de referencia como pueden ser los hospitales madrileños de La Paz o el 12 de Octubre.

El director del Área de Terapia Celular y actual coordinador de trasplante alogénico del Hospital, Fermín Sánchez-Guijo, reflexionaba meses atrás sobre los dos grandes cambios que ha experimentado la especialidad en las últimas dos décadas: “Han aumentado las potenciales complicaciones, porque se hacen más trasplantes y mucho más complejos, como los no emparentados y los haploidénticos, que antes no se hacían”. El segundo gran cambio es la paulatina aparición de “nuevos tratamientos y terapias dirigidas frente a dianas de las enfermedades malignas de la sangre”.

Sánchez-Guijo destaca que las nuevas técnicas “permiten que muchos más enfermos sean susceptibles de ser trasplantados”, y apunta a que estos avances han ampliado hasta los 70 años la edad de los trasplantados, cuando antes el tope estaba situado entre los 40 y los 50 años.

La otra principal herramienta ha sido la de disponer de medicamentos para tratar la enfermedad de injerto contra receptor, que es una gran causa de mortalidad. El servicio de Hematología dispone (además de numerosos tratamientos en estudio) de dos herramientas que otros complejos hospitalarios no tienen. “Por un lado, la fotoféresis extracorpórea, que es un dispositivo que extrae células de la sangre y somete a los linfocitos a una estimulación con rayos ultravioleta para luego devolverlos a la circulación. Así conseguimos que los linfocitos que suelen atacar al receptor, ya no dañen con tanta voracidad a la piel el hígado o el tubo digestivo, sobre todo”, detalla Sánchez-Guijo. “La segunda herramienta que muy pocos tienen es la terapia celular. Hemos tratado con células mesenquimales a más de 150 enfermos y somos de los pocos de España que disponemos de esta tecnología”, aclara.

 

Fuente: lagacetadesalamanca.es