Ser donante quiere decir ser una persona generosa. La donación es uno de los actos más altruistas que se pueden hacer por otras personas.

Los trasplantes de órganos y tejidos humanos son a veces la única alternativa de vida para muchos pacientes enfermos. Con los adelantos técnicos y científicos, aumenta día a día el número de personas que, gracias a la generosidad de los que han perdido la vida, podrían beneficiarse de un trasplante.

La donación de órganos es una decisión voluntaria, un acto de altruismo en que una persona decide que una vez acontezca la muerte le sean extraídos uno o varios órganos de su cuerpo para darlos a personas enfermas que se encuentran en listas de espera para recibir un trasplante. En algunos casos se puede hacer la donación en vida, aunque lo más común es hacer la donación para que tenga lugar cuando llegue el fin de la vida.

Los valores de la donación

La donación de órganos humanos debe ser voluntaria y requiere, además, que la persona donante manifieste su voluntad. La Ley (Ley 30/1979, del 27 de octubre) exige, además, que se den los requisitos siguientes:

  • El acto tiene que ser altruista. La donación tiene que procurar el bien ajeno, incluso, en detrimento del bien propio. Con esta finalidad terapéutica procurará favorecer la salud o las condiciones de vida de la persona que recibe el trasplante de un órgano.
  • La donación tiene que ser gratuita. No se permite que el donante, o cualquier otra persona física o jurídica, reciba ningún tipo de gratificación, ni se puede exigir a la persona receptora que pague un precio por el órgano trasplantado.
  • La donación no puede perseguir el lucro. No se puede producir un enriquecimiento a cargo de la extracción y posterior trasplante de uno o varios órganos humanos.
  • Se tiene que garantizar el anonimato. Tienen que mantenerse de manera completamente confidencial los datos de identificación del donante y de la persona receptora (anonimato), en el supuesto de que el donante sea un cadáver. 

Más donantes, más vidas que se pueden salvar

Hay miles de personas que para continuar viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan un trasplante. En nuestro país, se dan las mayores tasas de donación del mundo y se realiza un gran número de trasplantes. Aún así, continúa existiendo una lista de espera para recibir un trasplante y un porcentaje variable de pacientes en lista de espera (dependiente del tipo de trasplante y las características de los pacientes) mueren antes de poder ser trasplantados. La realidad es que las listas de espera para recibir órganos y tejidos no bajaran si no se consigue el aumento del número de donaciones.

Piensa en grande, 1 = ¡8 + 100! Un solo donante podría llegar a salvar la vida hasta 8 personas, a través del trasplante de sus órganos, y mejorar la calidad de vida a otras 100, a través del trasplante de sus tejidos.

Hazte donante y anima a las personas de tu entorno a que también lo sean. Cuantos más donantes haya, mayor será el número de vidas que se podrán salvar.

 

Fuente: trasplantaments.gencat.cat