Para despejar dudas, incertidumbres o miedos que la donación de órganos y tejidos pueda suscitar, desde la OCATT hemos considerado oportuno explicar y aclarar la realidad de aquellos mitos más habituales relacionados con la donación.

Aunque la donación y el trasplante están ampliamente aceptados en una sociedad como la nuestra, es normal tener ciertas dudas sobre aspectos determinados. Además, a veces se escuchan o se explican hechos o historias que sabemos que difícilmente son ciertas, pero que nos dejan una sombra de inseguridad que nos hace dudar de su realidad.

Una sociedad desinformada o con un conocimiento sesgado es una sociedad desconfiada y poco predispuesta a aceptar propuestas como la donación de órganos y tejidos. Por este motivo, una de las funciones de la OCATT es la promoción de la donación y esta pasa por explicar en qué consiste la donación y el trasplante, con información real, veraz y de calidad.

Organización, profesionalidad y confianza son la bases del éxito de la donación y el trasplante en nuestro entorno. Buena organización y profesionales preparados y con experiencia son exigencias para el sistema sanitario, pero sin la confianza y la credibilidad de las personas en el modelo de trasplantes, los resultados no serían los que son.

Mito 1: “Si soy donante, el equipo médico no me salvará la vida”

La prioridad es siempre salvar la vida de la persona, a pesar de haber dicho que quería ser donante.

Sólo después de haber hecho todos los esfuerzos posibles para salvar la vida de la persona y si la situación avanza hacia un estado irreversible con muerte inminente, el equipo médico avisa al coordinador de trasplantes, el profesional responsable del proceso de donación. 

Mito 2: “Pueden empezar la extracción de los órganos antes de estar realmente muerto”

No se inicia el proceso de donación sin un diagnóstico definitivo de muerte, ya sea muerto encefálica (cerebral) o muerte en asistolia (cardiaca). La muerte es un estado irreversible y definitivo.

Por ley, la muerte siempre se diagnosticada por el personal médico que ha tratado al difunto y nunca interviene al coordinador de trasplantes, que se avisado cuando esta ya ha sido confirmada.

Mito 3: “Hay gente que se ha despertado después de la muerte encefálica”

La muerte encefálica (cerebral) es un estado irreversible y definitivo.

Es una definición clínica y legal de muerte. Por ley, la muerte encefálica tiene que ser diagnosticada por tres médicos diferentes y siempre independientes al equipo de coordinación de trasplantes. Determinados mecanismos y fármacos pueden mantener artificialmente las funciones corporales (pulso cardiaco, respiración) de un cuerpo en situación de muerte encefálica.

Mito 4: “Después de la donación, el cuerpo queda desfigurado”

El cuerpo no queda desfigurado y siempre se trata con el máximo cuidado y respeto.

La extracción de órganos y tejidos, que se realiza en condiciones estériles y en un quirófano apropiado, es una operación practicada por un equipo médico y de enfermería cualificado.  

Mito 5: “Hay personas que desaparecen y, al encontrarlas, les falta un órgano”

Cualquier tipo de tráfico de órganos está penalizado con años de prisión por ley.

En el España no consta ningún caso real de robo de órganos ni existe ninguna denuncia sobre este tema. 

Mito 6: “Ser famoso o tener dinero permite trasplantarte más rápidamente”

La situación en lista de espera para trasplante no depende del dinero, la fama, la clase social, la raza, la cultura o la religión de una persona.

La gestión de las listas de espera, la asignación de los órganos o la selección de los receptores son responsabilidades de la OCATT. El orden de las lista de espera se determina por gravedad, grupo sanguíneo, tiempo en lista, compatibilidad o edad. Estos criterios son evaluados y revisados periódicamente.

Mito 7: “Algunas religiones se oponen a la donación de órganos”

La mayoría de las religiones no están en contra de la donación y coinciden en que es un gesto de humanidad.

Algunas religiones, además, han dado apoyo públicamente a la donación.

  • La Iglesia católica, por ejemplo, ha expresado de forma clara y contundente que la donación de órganos es un acto de caridad, generosidad y amor, y anima a todos sus fieles que se expresen en vida a favor de la donación.
  • Anglicanos y protestantes no plantean ningún problema en relación con la donación y el trasplante. En general, abogan para que cada uno escoja en conciencia la decisión de ser donante. 
  • La religión judía es favorable a la donación de órganos. Incluso se puede leer en el Talmud “Quien salva una vida salva el mundo”y las jerarquías religiosas interpretan que la donación de órganos para trasplante es la mejor actitud para ayudar a otro a salvar la vida.
  • La religión musulmana tampoco pone ningún obstáculo a la donación y así ha quedado expresado en varios documentos que sus autoridades religiosas han difundido.
  • Los testigos de Jehová que manifiestan con rotundidad su oposición a las transfusiones de sangre no tienen, por el contrario, ninguna oposición a la donación de órganos ni tampoco hacia el trasplante, siempre que se les asegure de que no recibirán durante la operación ninguna transfusión.
  • Sólo religiones más minoritarias en nuestro entorno occidental como el budismo, hinduismo o sintoísmo, no tienen una idea clara sobre la donación de órganos. En sus creencias, el proceso de muerte pasa de forma gradual a lo largo de tres días después de la muerte clínica. Durante este tiempo el cuerpo del difunto budista no tiene que ser manipulado por posibles interferencias con futuras reencarnaciones. En contraposición, los valores de la donación, sin embargo, pueden favorecerla claramente. 

Mito 8: “Soy demasiado mayor para poder ser donante”

¡La edad no es una limitación!

No hay límite de edad para ser donante de órganos y tejidos. De hecho, el donante catalán de edad más avanzada tenía 92 años y, gracias a él, se pudo realizar un trasplante renal. La muerte, sin embargo, se tiene que producir en el hospital o en una UCI móvil, para poder hacer todas las pruebas y mantener adecuadamente los órganos.

Mito 9: “Mi estado de salud no es bueno para poder ser donante”

Cualquier persona es donante potencial, siempre que en vida no se haya manifestado en contra de la donación.

Hay pocas enfermedades que contraindican la donación. Las condiciones clínicas en el momento de la muerte, evaluadas por los profesionales sanitarios, determinarán si la donación es posible y qué órganos y tejidos serían viables para el trasplante. ¡No te descalifiques de manera prematura!

Mito 10: “Se han extraído órganos después de una negativa de la familia a la donación”

Sin el consentimiento familiar no puede haber extracción.

La ley española (Ley 30/1979 y RD 1723/2012) de donación es de consentimiento presunto, es decir, todos somos donantes si en vida no hemos expresado el contrario. No obstante, siempre se habla con la familia del posible donante y se les pregunta si el difunto había expresado la voluntad de ser donante. 

 

Fuente: trasplantaments.gencat.cat