El hígado proporciona más de 500 funciones vitales para el cuerpo. Entre ellas, la eliminación de toxinas, la síntesis de moléculas esenciales y, finalmente, el almacenamiento de vitaminas y energía (en forma de azúcar).

Las estadísticas muestran que las enfermedades hepáticas están en aumento. La tendencia puede revertirse, cambiando algunos de nuestros hábitos de estilo de vida, incluida la dieta. El consumo de alcohol, azúcares refinados y grasas saturadas son opciones de alimentos que afectan a la salud del hígado.

En general, la dieta mediterránea debe ser favorecida por su contenido importante en fibra, antioxidantes, nutrientes antiinflamatorios y grasas buenas, todas igualmente beneficiosas. Más específicamente, aquí está el “Top 5” de alimentos para consumir para una salud óptima del hígado.

Número 1: Productos de grano entero

Pan multigrano, quinoa, pasta integral, arroz integral, cebada descascarillada, avena, etc.

Estos alimentos tienen una cosa en común: son altos en fibra. Los alimentos ricos en fibra pueden reducir el almacenamiento de azúcar en el hígado, evitando así sobrecargarla y gradualmente conducir a la enfermedad hepática que conocemos. También previenen el estreñimiento, participan en el control de la glucosa en la sangre y el colesterol, limpian el hígado de toxinas y proporcionan una sensación de saciedad que nos ayuda a controlar mejor la cantidad de alimentos absorbidos

Las fibras son el principal alimento para la microbiota intestinal, es decir, todas las bacterias que habitan el tracto digestivo. Estos tienen una gran influencia en la salud física y mental.

Para beneficiarse de la ingesta nutricional de fibra, se recomienda un consumo mínimo de 30 g por día y, según la evidencia, esta recomendación diaria mínima pronto podría alcanzar los 45 g. Por lo tanto, es mejor comenzar a lograr este objetivo ahora, por ejemplo, reemplazando el pan blanco con pan integral, o sustituyendo la quinoa por arroz blanco.

Número 2: Proteínas vegetales

Las proteínas vegetales son una buena alternativa a las proteínas animales porque son muy bajas en “grasas malas”, en parte responsables de los procesos inflamatorios que son dañinos para mantener la integridad de las funciones hepáticas. Los estudios confirman que la esteatosis hepática puede ser causada por el abuso del alcohol, pero también por tener sobrepeso.

Una dieta más rica en proteínas vegetales y, por lo tanto, en fibra limita las porciones consumidas y garantiza un control de peso más adecuado.

Número 3: Plantas de colores

Brócoli, espinacas, remolachas, naranjas, etc.

Las verduras y las frutas coloridas son ricas en fibra, vitaminas y minerales, pero especialmente antioxidantes. Como resultado, reducen la inflamación y brindan una mejor protección contra las enfermedades, incluidas aquellas que pueden afectar el hígado. La nueva Guía de Alimentos de Canadá recomienda comer medio plato de verduras en cada comida, especialmente las que tienen color.

Número 4: Alimentos sin azúcares añadidos

La acumulación de grasa en el hígado se obtiene por el consumo excesivo de azúcar o calorías que pueden explicar el exceso de peso en el abdomen. Por lo tanto, leer la lista de ingredientes de cada producto consumido se convierte en un activo indispensable para la salud del hígado. Para asegurar que los alimentos con azúcares agregados sean limitados, se deben identificar las palabras “azúcar”, “glucosa”, “glucosa-fructosa”, “jarabe de…” y alcoholes de azúcar como sorbitol, maltitol, xilitol, etc.

Si la lista de ingredientes contiene una de estas palabras de los primeros elementos mencionados, es mejor encontrar un sustituto.

Numero 5: Café

Lo que es más tranquilizador que saber que el café de la mañana tiene otros beneficios que ayudarte a despertarte. De hecho, consumir café con moderación (una o dos tazas por día) también sería beneficioso para el hígado, ya que reduciría su rigidez.

En consecuencia, esta flexibilidad protege a su órgano contra lesiones como la fibrosis e independientemente de su estado de salud y factores externos.

Pequeñas cantidades de té pueden tener el mismo efecto.

En conclusión, nuestro comportamiento y nuestras elecciones de alimentos influyen en el mantenimiento de la salud de los órganos y en su funcionamiento. Establecer metas realistas y monitorear con precisión puede ser valioso para preservar nuestra salud. Comienza con un aumento en el consumo de frutas y verduras de colores, opta por productos de cereales.

 

Fuente: myliverexam.com

Noticia traducida por la AMTHC