A pesar de que considera que el sistema actual “está adecuadamente blindado”, la Organización Nacional de Trasplantes ha informado sobre varias medidas que prevé poner en marcha junto a otros organismos.

La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) considera que el sistema actual de donación y trasplante de órganos “está adecuadamente blindado” de prácticas delictivas como el tráfico de órganos o la trata de personas con objeto de la extirpación de órganos. Así lo ha subrayado en una respuesta parlamentaria ofrecida a una pregunta de la diputada Teresa Angulo, portavoz de Sanidad del PP en el Congreso.

A pesar de ello, el organismo que dirige Beatriz Domínguez-Gil ha especificado que tienen en marcha “varias iniciativas” con el fin de “reforzarlo aún más”. Una de las medidas que se va a poner en marcha es el ajuste del marco normativo español a lo establecido en el Convenio del Consejo de Europa sobre la lucha contra el tráfico de órganos humanos.

Por otra parte, la ONT ha reseñado que “trabaja con la Fiscalía, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, profesionales sanitarios y la Organización Médica Colegial en el desarrollo de un protocolo de identificación y notificación de casos sospechosos de tráfico de órganos a las autoridades competentes”.

De la misma manera, este organismo ha asegurado que participan “de manera activa en acciones formativas dirigidas a la Fiscalía, jueces, forenses y profesionales sanitarios en medidas para la prevención y la lucha contra el tráfico de órganos humanos”.

Medidas activas

En la respuesta ofrecida por la Organización Nacional de Trasplantes, han señalado cuáles son las actuaciones que lleva realizando “a lo largo de los años” con respecto a la protección del modelo español de donación y trasplante de órganos. Por ejemplo, ha destacado que colabora con organismos como el Consejo de Europa, la OMS o la ONU para “resolver la escasez de órganos para trasplante e implementar medidas legislativas para combatir la actividad delictiva, prevenirla y proteger a sus víctimas”.

Mientras, en el ámbito nacional, la ONT ha apuntado que cuenta con “una legislación garantista que regula de manera estricta el proceso de donación de órganos de personas vivas (y fallecidas)”, con un sistema que “asegura la opción del trasplante a los pacientes en necesidad de un órgano” y con “la mejor estrategia para prevenir el tráfico de órganos, la trata de personas con fines de extracción de órganos y el turismo de trasplantes”.

Finalmente, con respecto a los casos de donación de vivo, este organismo incide en RD 1723/2012 por el que se regulan las actividades de obtención, utilización clínica y coordinación territorial de los órganos humanos destinados al trasplante y se establecen requisitos de calidad y seguridad. Esta norma contempla “controles a tres niveles diferentes, para garantizar precisamente que dicho acto de donación se realiza bajo los principios éticos de altruismo y voluntariedad, sin presión económica o de otro tipo”.

 

Fuente: consalud.es