Fetge gras

L’epidèmia d’obesitat fa créixer el nombre de persones amb fetge gras, que pot derivar en malalties hepàtiques greus

12 de junio 2018

 

 

Una de cada tres personas sufre hígado graso no alcohólico, una enfermedad que ha crecido de forma exponencial los últimos años como consecuencia del “boom de la obesidad” de los años 80 hasta la actualidad, ha explicado a Europa Press el hepatólogo del Hospital Vall d’Hebron Salvador Agustín.

En el marco de la Jornada ‘Enfermedad por Hígado Graso No Alcohólico‘, que se celebra en el hospital, Agustín ha alertado de que esta dolencia asintomática que ha calificado de “epidemia silenciosa” puede desembocar en cuadros severos de patologías como una cirrosis y un cáncer hepático.

Hígado graso, obesidad y genética

La enfermedad se asocia con la obesidad, aunque también puede tener un componente genético, y pese que a día de hoy no cuenta con una curación farmacológica, se puede prevenir y curar a través de hábitos de estilo de vida como deporte y alimentación que supongan una pérdida de peso.


El hígado graso no alcohólico es la primera causa de trasplante de hígado y de carcinoma hepático


La eliminación de alimentos procesados y de harinas refinadas de las ingestas diarias, así como evitar el sedentarismo son cuestiones clave para prevenir y curar esta dolencia, que los médicos quieren dar a conocer ahora de una forma masiva.

Trasplante de hígado

En la actualidad, no se conoce mucho porque durante años los hepatólogos no le han hecho caso, pero después de la explosión de la obesidad esta dolencia se ha convertido en algo parecido a “un adolescente que está creciendo” y que es la primera causa de trasplante de hígado y de carcinoma hepático.

Los objetivos de la jornada pasa por conseguir que la enfermedad se conozca porque es “muy frecuente”, pero los médicos también buscan desestigmatizar la enfermedad, porque no tiene nada que ver con el alcoholismo y es prevenible y curable.

Cribado del hígado graso no alcohólico

Ha planteado la posibilidad de que en los próximos años sea necesario realizar un cribado a partir de los 45 años de edad de manera sistemática, teniendo en cuenta que la incidencia de esta patología es muy elevada.

Agustín ha confiado en que en dos o tres años se puedan conseguir fármacos para abordar esta patología, aunque ha resaltado que combatir esta enfermedad es una cuestión de toda la sociedad.

En este sentido, ha observado la existencia de un “problema pediátrico” con niños que, cada vez más, disfrutan de su ocio a través de tecnologías y pantallas alejadas del deporte y la actividad física al aire libre.