El riesgo de rechazo en el trasplante corneal se sitúa en menos de un 5%, mejorando los resultados de la queratoplastia penetrante tradicional.

Los trasplantes lamelares de córnea se han consolidado como técnica quirúrgica, mejorando los resultados que se obtenían con la queratoplastia penetrante tradicional. Esta es una de las conclusiones que se han presentado en un curso de actualización dedicado a avances en el tratamiento médico y quirúrgico de la córnea y superficie ocular, organizado por el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega, en Oviedo.

Los trasplantes lamelares o parciales de córnea “han ido ganando terreno en los últimos años, en detrimento de los injertos penetrantes, hasta el punto de que el 90% de los que se realizan en la actualidad en nuestro instituto son del primer tipo”, según José F. Alfonso Sánchez, director del curso junto con Jesús Merayo, ambos oftalmólogos del citado instituto.

Si bien en los trasplantes penetrantes se extrae toda la córnea, opción necesaria cuando todas las capas están dañadas, en el caso de los trasplantes lamelares se trabaja por secciones, actuando sobre las capas más superficiales o anteriores, que son el epitelio y el estroma, o sobre las más profundas, es decir, el endotelio, según la zona dañada.

El apoyo del banco de tejidos

“La principal ventaja de los trasplantes lamelares es un menor índice de rechazo, que actualmente se sitúa por debajo del 5%”, añade F. Alfonso, “mientras que en el caso de los trasplantes penetrantes el riesgo a los diez años es del 40%. Además, la rehabilitación visual que obtiene el paciente es mucho más precoz”. La dificultad para el cirujano es que “con los trasplantes lamelares trabajamos con micras de espesor, por eso la curva de aprendizaje es más larga. En nuestro centro ya llevamos tiempo realizándolos con muy buenos resultados”.

Los bancos de tejidos han sido un elemento clave en la mejora de las queratoplastias, en particular de los trasplantes lamelares, “dado que permiten preparar en las mejores condiciones los tejidos que vamos a implantar”, ha indicado José F. Alfonso. Según subrayaron los profesionales en este encuentro, es fundamental realizar un estudio completo de la córnea del donante, utilizando microscopios adecuados para su valoración. 

El número de queratoplastias realizadas ha aumentado significativamente en los últimos años, evolución ligada al envejecimiento de la población, lo cual se relaciona con mayor índice de enfermedades degenerativas, y también por la necesidad de abordar las alteraciones derivadas de la cirugía de las cataratas, un tipo de intervención que “puede dar lugar a un sufrimiento de las células del endotelio y que también ha ido en aumento en los últimos años”.

Con la utilización de prótesis de polimetilmetacrilato (PMMA), por ejemplo, se está viendo que mejoran los resultados conseguidos con el trasplante, en casos seleccionados. “Se disponía ya de endoqueratoprótesis para trasplantes penetrantes, pero ahora hemos diseñado una prótesis para trasplantes lamelares con la que estamos llevando a cabo un ensayo clínico con diez pacientes, siendo los resultados iniciales muy satisfactorios. Ha sido una de las novedades que hemos presentado y ha tenido muy buena aceptación”, ha indicado Merayo.

Asociando esta pieza de PMMA al trasplante, lo que se evita es la perforación del ojo. “Dejamos la capa más profunda, es decir, el endotelio completo y sobre ella situamos la prótesis, encima de la cual colocamos la córnea del banco de ojos. Con ello, evitamos el contacto de la córnea donante con la cámara anterior del ojo. Con esta estrategia comprobamos que se reduce significativamente la inflamación y el índice de fracaso”, explica F. Alfonso.

La utilización de córneas artificiales y de cultivos celulares es otra de las áreas innovadoras en el abordaje corneal. Sobre las células madre, los profesionales han subrayado la utilidad de injertar esas células madre presentes en el epitelio (extraídas del ojo no afecto o bien de un donante) para mejorar los resultados en patología de la superficie de la córnea.

Sueros regenerativos

Otro de los elementos de mejora en el abordaje de este tipo de patología y que aún no es bien conocido entre los oftalmólogos es el suero autólogo enriquecido con plaquetas, conocido por las siglas PRGF, que ha demostrado propiedades regenerativas muy importantes en la patología de la superficie ocular, tanto de la conjuntiva como de la córnea. “Se utiliza en tres presentaciones: colirio, membrana o coágulo, para disponer de diferentes opciones según la patología de que se trate, con una fórmula que elimina los factores inmunológicos perjudiciales que pueden favorecer la inflamación”. Asimismo, los oftalmólogos han analizado las mejoras diagnósticas y terapéuticas disponibles para el abordaje de tumores de superficie ocular.

 

Fuente: diariomedico.com