El trasplante consiste en la sustitución de un órgano (o tejido) deteriorado por otro que funciona correctamente. Es un tratamiento que en algunos casos sirve para mejorar la calidad de vida de las personas pero, en muchos otros, constituye la única esperanza de vida. Como no hay trasplante sin donación, os dejamos una lista de las 12 cosas que, desde la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT), consideramos que todos tendríamos que saber sobre la donación de órganos.

  1. La donación es un acto altruista y solidario sin ninguna contraprestación 

La donación de órganos y tejidos es un acto voluntario, altruista, solidario, generoso, confidencial, gratuito y sin ánimo de lucro, de manera que no es posible obtener compensación económica ni de ningún tipo por la donación de ninguna parte del cuerpo humano.

  1. Puedes disponer de un carné de donante, aunque no sea necesario 

La ley española (Ley 30/1979 y RD 1723/2012) de donación es de consentimiento presunto, es decir, todos somos donantes si en vida no hemos expresado el contrario. Si se quiere evidenciar la voluntad de ser donante existen diferentes opciones: (1) el carné de donante, (2) indicarlo en “La Meva Salut” o (3) dejar constancia en el documento de voluntades anticipadas. Independientemente del grado de validez legal de estas opciones, normalmente será la familia del posible donante quien finalmente dará el consentimiento a la donación. Por este motivo, además de evidenciar tu decisión, es importante comunicar tu voluntad de ser donante a tus seres queridos, de manera que ellos tengan conocimiento de tu decisión por si, dado el caso, tuvieran que comunicarlo al personal del hospital.

  1. Hay dos tipos de donantes: el donante vivo y el donante cadáver 

El donante cadáver es aquel donde la donación se produce después de la muerte cerebral o la muerte en asistolia (paro cardiaco), causadas principalmente por un ictus, un traumatismo o una anoxia cerebral y sucedidas generalmente en un entorno hospitalario. Por otra parte, los donantes vivos son generalmente familiares o personas muy próximas al receptor que deciden cederle, de forma desinteresada, un órgano (un riñón) o una parte de él (un lóbulo del hígado).

  1. El diagnóstico de muerte encefálica no admite posibilidad de error

Una de las razones para negarse a la donación está relacionada con la falsa creencia que está la posibilidad de extraer los órganos antes de la confirmación del diagnóstico de la muerte. La desinformación y la confusión sobre el concepto de muerte encefálica refuerzan esta falsa creencia, pero la muerte encefálica, al igual que la muerte por paro cardiaco, es una situación irreversible, definida clínica y legalmente. El diagnóstico de muerte encefálica lo tienen que realizar, de acuerdo con lo que establece la Ley, tres médicos diferentes, ninguno de ellos del equipo de coordinación hospitalaria de trasplantes. El diagnóstico de muerte en asistolia también se realiza de acuerdo con lo que establece la Ley, constatando de forma inequívoca la ausencia de circulación y respiración espontánea.

  1. La prioridad es siempre salvar la vida de la persona, a pesar de haber dicho que quería ser donante

Después de haber hecho todos los esfuerzos posibles para salvar la vida de la persona y la situación avanza hacia un estado irreversible con muerte inminente, el equipo médico que ha tratado al paciente avisa al coordinador hospitalario de trasplantes, el profesional que valorará la posibilidad real de donación y la voluntad de donación, a través de la entrevista con la familia del posible donante, y que gestiona y organiza todo el proceso de donación.

  1. Todo el mundo puede ser donante 

Ni la edad, ni el sexo, ni la condición social o el estado de salud descartan a priori una potencial donación de órganos. Aunque hay determinadas situaciones o patologías que contraindican la donación, cada caso se estudia y se valora de manera individualizada. Así, será el equipo médico que ha llevado al paciente y el coordinador de trasplantes del hospital los que determinarán la validez y viabilidad de los órganos del posible donante, de forma previa a la entrevista familiar.

  1. Ninguna de las grandes religiones se opone a la donación de órganos 

La gran mayoría de las religiones, como demuestran diferentes autores, a través del estudio de las escrituras o las declaraciones y escritos de sus responsables, se muestran a favor y son partidarias de la donación y el trasplante de órganos. El cristianismo, el islam, el judaísmo, el budismo o el hinduismo se muestran a favor de la donación de órganos. Sólo algunas religiones minoritarias se han mostrado en contra o no se han posicionado claramente a favor de la donación de órganos.

  1. Un donante puede salvar la vida de hasta 8 personas 

Los órganos que se pueden donar son los riñones, el hígado, el corazón, los pulmones, el páncreas y el intestino. Estos 8 órganos, en casos de donantes ideales, permiten realizar 8 trasplantes y salvar la vida a la mayoría de estos receptores. Además de los órganos, los tejidos (conjunto de células con funciones similares) también se pueden donar y trasplantar. La córnea, la piel, los huesos, tendones y músculos, las válvulas cardiacas y las arterias o venas, probablemente no salvan vidas pero las mejorarán considerablemente.

  1. Después de la donación, el cuerpo no queda desfigurado 

La extracción de órganos y tejidos, que se hace en condiciones estériles y en un quirófano apropiado, es una operación practicada por un equipo médico y de enfermería cualificado. El cuerpo no queda desfigurado y siempre se trata con el máximo respeto.

  1. La asignación de los órganos está basada en aspectos clínicos y geográficos

El trasplante requiere rapidez para garantizar que los órganos donados estén en las mejores condiciones, por eso tendrá prioridad el paciente que se encuentre en la misma zona geográfica en la que esté el donante. Los aspectos clínicos como la situación en lista, la gravedad o la compatibilidad donante-receptor determinarán la selección del receptor. Hay una situación en lista, la Urgencia 0, que significa prioridad nacional. Quiere decir que la gravedad de los pacientes que llegan a esta situación es tal, que su vida corre peligro, y el primer órgano compatible que aparezca en cualquier parte del España, independientemente del lugar donde se encuentre, irá para este paciente. 

  1. Estamos en el mejor lugar del mundo si necesitamos un trasplante 

En 2016, Cataluña superó, por primera vez, la barrera de los 1000 trasplantes de órganos anuales, lo que representa una tasa de 135 trasplantes por millón de población, cifra que no tiene ningún país del mundo y quizás sólo está al alcance de unas pocas regiones. Estos buenos resultados han sido posibles gracias a 315 donantes fallecidos y 148 donantes vivos, a la elevada efectividad de aprovechamiento de los órganos, al modelo organizativo y al intercambio de órganos con otras CCAA. Si nos referimos al global de España, con una tasa superior a los 43 donantes por millón de población, no hay país que lo supere. Los 2018 donantes cadáver y 371 donantes vivos de 2016, han permitido trasplantar más de 4800 personas, todo un éxito y una referencia mundial.

  1. No es compatible dar tus órganos y el cuerpo a la ciencia 

Si te estás planteando ser donante de órganos o dar tu cuerpo a la ciencia, tendrás que escoger entre una de estas dos opciones, ya que no son compatibles. Para dar el cuerpo a la ciencia, te tienes que dirigir a alguna de las facultades de medicina.

 

Fuente: trasplantaments.gencat.cat

Autores: Jorge Twose, comunicación y promoción de la donación del OCATT, y Maria Bodí, Jefa de servicio de la Unidad de Cuidados Intensivos y Coordinadora Hospitalaria de Trasplantes del Hospital Joan XXIII de Tarragona.