Veintinueve gerundenses participan en un ensayo del Banco de Sangre para tratar las infecciones potencialmente letales de los pacientes trasplantados.

Utilizar las defensas de una persona sana para ayudar a combatir las infecciones a los pacientes que pueden luchar por sí mismos es el objetivo de un ensayo clínico del Banco de Sangre y Tejidos para poner en marcha un banco de defensas para transfundir glóbulos blancos, el único componente sanguíneo que actualmente no se utiliza de forma habitual en la donación de sangre.

El Banco está trabajando en un registro de donantes de las células encargadas de defender el organismo de los virus para poder tratar a aquellos pacientes que han pasado por un trasplante y que corren el riesgo de sufrir infecciones que pueden ser letales. Este panel de donantes de linfocitos cuenta actualmente con las muestras de 255 personas reclutadas por la entidad, 29 de las cuales son de las comarcas de Girona.

La finalidad del Banco, que ya ha permitido tratar a una veintena de pacientes que han pasado por un trasplante de medula ósea para tratar enfermedades como la leucemia u otros cánceres hematológicos, es ofrecer una alternativa terapéutica a un grupo de enfermos especialmente vulnerable con la transfusión de un tipo muy concreto de glóbulos blancos, los linfocitos T específicos contra el citomegalovirus, el virus de Epstein-Barr y el adenovirus.

Antes de someterse a un trasplante, los médicos han de reducir al mínimo el sistema inmunitario del paciente para que sus defensas no ataquen al órgano o el tejido donado y le generen rechazo. En el tiempo en que el paciente está inmunodeprimido, pero, es muy sensible a infecciones que para la mayoría de la población no son graves como mononucleosis o herpes.

“Son virus que no son extraños, conviven con nosotros y la mayoría de gente a menudo pasa estas infecciones sin saberlo, pero en este colectivo de enfermos son potencialmente letales”, apunta el doctor Sergi Querol, responsable del área de Terapia Celular del Banco de Sangre y Tejidos, y pone como ejemplo el virus de Epstein-Barr, para el que el 95% de la población tiene defensas porque han estado en contacto.

“Es habitual que los pacientes trasplantados desarrollen infecciones, se los trata con antivirales y entre el 80 y el 90% responden bien a los fármacos, pero en el resto la infección no mejora o el enfermo no tolera bien el tratamiento. Lo que estamos ensayando daría una alternativa a este grupo”, explica sobre esta iniciativa pionera en el Estado, junto con otro proyecto que se desarrolla en el Hospital de la Paz de Madrid, específicamente en niños y en que también colabora el Banco de Sangre.

Desde el Banco calculan que cada año habrá una treintena de pacientes de toda Cataluña que podrían beneficiarse de este tratamiento, pero que la cifra podría ir aumentando a medida que se ensayen nuevas indicaciones.

“La aplicación está más avanzada en personas trasplantadas de medula ósea, y ya hemos atendido a unos veinte pacientes de diversos hospitales, pero la idea es aplicarlo también a trasplantes de órganos”, explica el doctor Querol, que añade que se ha aplicado en trasplantes de riñón que tenían una infección por el virus BK, pero el donante ha sido el mismo paciente.

Reclutamiento de donantes

Desde hace unos meses, el Banco está contactando con los potenciales donantes por si quieren participar en el proyecto. “No hacemos llamamientos para encontrar voluntarios, sino que los reclutamos directamente entre los donantes de sangre habituales. El período de reclutamiento continúa abierto y la respuesta de la gente es buena”, asegura Querol.

El objetivo es llegar a tener unos 400 donantes, una cifra que permitiría cubrir las necesidades previstas. De las 1.686 personas con las que ha contactado el Banco, 255 han cedido una muestra de sangre para formar parte del registro. En el caso de Girona, se ha inscrito 29 donantes de los 119 con las que se puso en contacto el Banco.

“Es gente que hace donaciones de sangre regularmente, de quien conocemos el perfil en relación con estas infecciones, porque cuando dona sangre ya se hacen pruebas de citomegalovirus, por ejemplo, y que, además, tiene una compatibilidad conocida, porque muchos son también donantes de médula de ósea”, especifica.

Y es que, a la hora de escoger una persona para hacer efectiva la donación de linfocitos se ha de tener en cuenta que sea compatible con el receptor y que sus defensas tengan memoria para el tipo de infección de padece.

La donación mediante una linfoaféresis permite extraerle una pequeña cantidad de glóbulos blancos, que posteriormente se tratan en el laboratorio para seleccionar estrechamente los linfocitos específicos contra el virus que ha infectado al receptor.

 

Fuente: diaridegirona.cat

Noticia traducida por AMTHC