La acción de la Agència de Salut Púbica de Catalunya para eliminar las hepatitis como un problema de salud pública en el año 2030.

Dr. Joan Colom i Farran

Subdirector General d’Addiccions, VIH, Infeccions de Transmissió Sexual i Hepatitis Víriques.

Generalitat de Catalunya

 

Desde hace años la Subdirecció General de Addiciones, VIH, ITS i Hepatitis Víriques despliega diferentes líneas de intervención para alcanzar la eliminación de las hepatitis víricas como un problema de salud pública en Cataluña, en línea con el objetivo planteado por la OMS en el año 2016.

Más del 95% de las muertes por hepatitis en el mundo son causadas por los virus de las hepatitis B (VHB) y C (VHC). Ante estas dos infecciones tenemos ahora dos herramientas para hacerles frente muy eficaces. Ante la hepatitis B, tenemos desde hace tiempo la vacuna y ante la hepatitis C, el tratamiento con los nuevos antivirales los cuales son más eficaces, sencillos de administrar y bien tolerados.

En consecuencia, los retos son que todo el mundo tenga acceso a estas medidas, y si se da el caso, al tratamiento de las complicaciones que estas infecciones hayan podido ocasionar a las personas infectadas.

Con este objetivo desde 2015 se han ido desplegando un conjunto de acciones que se plasmaron en 2017 en un Plan de prevención y control de la hepatitis C en  Cataluña y que contempla 6 objetivos:

  1. Actualización constante de la situación epidemiológica
  2. Reducir la incidencia de nuevas infecciones
  3. Detectar las infecciones ocultas
  4. Facilitar el acceso al tratamiento
  5. Aumentar la información y concienciación entre profesionales y la ciudadanía
  6. Monitorizar y evaluar las acciones

 

Estos objetivos se han desplegado en diferentes líneas de actuación:

  • Mejorar el acceso al cribado y al tratamiento tanto por el VHC como por el VHB en poblaciones vulnerables: personas que consumen drogas, personas inmigrantes de países con altas prevalencias, personas internas en centros penitenciarios, personas en sin hogar…
  • Estrategias de identificación de variables analíticas o diagnósticos de personas infectadas por el virus de la hepatitis C en el sistema sanitario catalán.
  • Mejorar la accesibilidad general al tratamiento por el solo hecho de estar infectado y también en el caso de reinfecciones por el VHC.
  • Mejorar la accesibilidad a las medidas de prevención de infección en personas que consumen drogas y a las personas que practican sexo con conductas de riesgo

 

Estas líneas han comportado acciones como:

  • El cribado en espacios comunitarios para personas inmigrantes: centros culturales, religiosos, consulados, eventos especiales como fiesta nacional, … poniendo énfasis también en el cribado de la infección por el VHB
  • Acercar el cribado y el tratamiento allí donde están las personas consumidoras de drogas.
  • Que toda persona que ingresa en prisión se le ofrezca el cribado y si está infectada el tratamiento por parte de los propios profesionales sanitarios de Instituciones penitenciarias
  • Ofrecer el cribado en espacios comunitarios de hombres que practican sexo con hombres
  • Uso de las bases de datos del sistema sanitario para hacer cruces y análisis que permitieran identificar a aquellas personas diagnosticadas del VHC hace años y que debido a la falta de un tratamiento eficaz en aquellos momentos y por la falta de sintomatología clínica habían quedado sin tratar, lo que decimos casos ocultos.
  • La creación de circuitos adecuados de acceso al tratamiento para personas y poblaciones con especiales dificultades.
  • Asegurar la equidad en el acceso al tratamiento más allá de las circunstancias personales y de la condición clínica.

Todo ello ha conseguido que la tasa de mortalidad en Cataluña atribuible al VHB y VHC haya bajado del 15,08 por 100.000 habitantes en 2015 al 13,41, en 2019.

Desde 2015 con los nuevos antivirales frente al VHC se han tratado más de 27.000 personas.

La prevalencia de infección activa en las cárceles en 2018 era de 3,1% y en 2022 de 0,7%. Los anticuerpos para el VHC eran de 21,8% y en 2022 de 3,3%.

En torno al 66% de las personas infectadas con consumo activo de inyectado de drogas habían hecho tratamiento en el año 2020.

Entre las personas infectadas por el VIH, 1 de cada 3 ha sido infectada por el VHC pero en 2020 solo 1,9% tenían infección activa. El acceso al diagnóstico precoz de infección y al tratamiento en esta población es muy ágil.

A pesar de todos estos logros, nos quedan todavía retos, entre ellos, la mejora de la detección y tratamiento. Todavía en 2021 una de cada 4 personas que hacía tratamiento de la infección por el VHC por primera vez presentaba una fibrosis hepática avanzada.

Hay que seguir avanzando en el diagnóstico y acceso al tratamiento de poblaciones vulnerables como las personas que se inyectan drogas. En 2020 en torno al 20% de estas personas no conocían su estado serológico, por lo tanto, las infectadas no pueden beneficiarse de las mejoras en el acceso al tratamiento. Entre la población recién llegada de países con alta prevalencia, hay que focalizarse en la detección del VHB también, ya que algunos de ellos provienen de países con una alta prevalencia como demuestra los recientes estudios de cribado realizados en espacios comunitarios donde en ciertos países la prevalencia detectada de infección por el VHB llega al 10 %.